En el mundo de las citas por Internet hemos visto de todo: el éxito de Tinder, el crecimiento de Shakn, la polémica de Happn… En el fondo se trata de una batalla entre aplicaciones para conseguir fidelizar a más usuarios, aunque algunas tienen enfoques diferentes de otras. Aunque Tinder y Lovoo son de las apps más usadas, queremos tratar una que tuvo muchas descargas también, pero está tan limitada que no es demasiado extendida. De nombre Zoosk, la podemos encontrar en Android y en iOS.
Tinder permite conocer gente con gustos parecidos.
Conoce gente nueva con LOVOO, la app número uno para ligar.
Si en algo Zoosk parece destacar, es que se puede añadir una gran variedad de información para completar el perfil. Desde la complexión, pasando por si somos fumadores, tenemos hijos o qué religión practicamos, la app intenta que nos describamos tanto como podamos. También hay un par de secciones habilitadas para que desarrollemos nuestra historia, cómo sería nuestra media naranja y por último la cita ideal.
La interfaz es bonita y estéticamente ordenada, aunque un poco caótica en general. El funcionamiento de Zoosk no es demasiado simple al principio, pero uno se acostumbra. La app sigue el patrón de muchas aplicaciones para conocer gente, ya que tiene la típica sección en la que nos irán apareciendo perfiles de otros usuarios de uno en uno, y podremos escoger si nos interesan, si no, o dejarlo en un quizás. También podemos hacer búsquedas específicas, ya sea por restricciones de edad, etnia o religión.
En ocasiones encontraremos perfiles de usuarios a quienes queremos conocer tan pronto como sea posible. Podríamos enviarle un mensaje si quisiéramos, pero entraríamos dentro de las pegas de Zoosk. Si algo malo tiene la app es que fuerza mucho a suscribirse (lo que vendría a ser convertirse en usuario Premium).
Existe una función llamada “enviar un guiño” que sirve para avisar a otro usuario de que le interesas pero… ¡Adivina! Para poder enviar más de unos pocos guiños hay que suscribirse. Por si no fuera poco, no podemos saber si alguien ha visitado nuestro perfil (algo que en apps como Lovoo nos informan aunque seamos usuarios no suscritos). Los anuncios solamente están para molestar, y desaparecen si optamos por pagar con dinero de nuestro bolsillo.
Zoosk: práctica pero que obliga a rascarse el bolsillo
Zoosk tiene un sistema de monedas para hacer ciertas acciones, aunque no deja de ser otra excusa para que paguemos. Ganamos una moneda cada vez que decidimos algo acerca de otro usuario, pero sólo con mirar los precios ya vemos por dónde van los tiros. Comprar 180 monedas cuesta 19.36€, mientras que 1800 monedas vale 96.80€. ¿Hasta dónde está dispuesto uno a pagar para intentar conocer gente?
Si tuviéramos que llegar a una conclusión: la tenemos más que clara: Zoosk no es una mala app. Tiene funciones muy útiles y bien pensadas, pero solamente vale la pena pagando. Si somos usuarios cazadores de apps gratis, ésta no tiene cabida en nuestro Smartphone. Si de todas formas queremos probarla, la podemos descargar en Android y en iOS por coste cero.