Seguramente habréis visto en alguna película o série americana dos individuos que se saludan utilizando la expresión “Yo” como una manera de decir “Ei… que pasa…” pues bien la aplicación de la que hablaremos hoy se basa en la utilización de este saludo.
Ya os aviso que muchos pensareis que se trata de la tontería del año pero como os contaré la aplicación no ha pasado inadvertida entre el público americano. Básicamente esta aplicación nos permite enviar la palabra Yo, y sólo la palabra Yo, a otros usuarios que también tengan esta aplicación instalada.
Esta aplicación se estrenó el día de los inocentes en Estados Unidos, que cae en el mes de abril, y fue gracias al boca-oreja que empezó a tener éxito. Precisamente uno de los gurús de la tecnología más famosos de América, Robert Scoble, afirmó que era una aplicación tan estúpida cómo adictiva.
El creador, un chico que se llama Or Arbel afirma que crearla le llevó 7 horas de intenso trabajo, pero ahora ha decidido dejar su trabajo para centrarse en su mantenimiento. Actualmente Yo tiene unos 50.000 usuarios y se han mandado más de 4 millones de “Yos”.
Si nos fijamos en la descripción de la aplicación que encontramos en la Apple Store o en Google Play veremos lo estúpido pero a la vez genial de la idea. Ahí se dice que todos mandamos mensajes que pueden ser substituidos por un Yo, por ejemplo “Cariño, pienso en ti” o el simple “Buenos días”. También se afirma que hasta la aparición de esta aplicación para poder enviar la palabra Yo a un amigo teníamos que hacer por lo menos 11 toques de pantalla mientas que con esta aplicación bastará con uno. En fin que según ellos de argumentos hay a montones para instalar esta aplicación.
Y no deben ser los únicos que lo piensan ya que se acaba de conocer que Or Arbel y su equipo han conseguido un millón de dólares de financiación para mejorar la aplicación. Como veis en el mundo de internet una idea que a priori puede parecer muy simple e incluso estúpida puede triunfar de manera espectacular.
Veremos si esta aplicación se queda en una simple anécdota o si por el contrario utiliza el fuelle conseguido y sobretodo ese millón de dólares para convertirse en una competencia real en el mundo de la mensajería instantánea.