Prácticamente todo el mundo conoce WikiLeaks, esa página web que publicó contenido confidencial y puso mucha gente importante contra su creador, el australiano Julian Assange. Pese a estar muy presente en la red, llegó a tener aplicación propia, aunque fue cerrada al cabo de nada. Para aquél que conozca parcialmente o no sepa nada de la historia, vamos a hablar de uno de los personajes que puso patas arriba a las altas esferas de muchos países.
Fue en 1999 cuando Assange registró la web Leaks.org, aunque según su propio testimonio no hizo nada con ella. En 2006 fundó WikiLeaks, página sin ánimo de lucro y con el objetivo de publicar documentos filtrados de interés público y de contenido sensible, manteniendo el anonimato de sus fuentes. Lo que lo llevó hasta el centro de la polémica fue una serie de documentos y vídeos de las fuerzas armadas realizando un ataque aéreo en Bagdad el 12 de julio de 2007 en el que se mostraba un total desprecio hacia el bando contrario y se podía ver desde una perspectiva térmica como masacraban a todo hombre.
WikiLeaks estava formada por disidentes chinos, incluyendo tecnólogos, científicos, matemáticos y periodistas. Assange era, además de fundador, asesor, redactor jefe y director de la página. Sin embargo, lo que desató la filtración de documentación confidencial fue, básicamente, la puesta de un precio a su cabeza (no literalmente). El australiano se convirtió en el punto de mira de todas aquellas organizaciones gubernamentales que salieron perjudicadas, así como de las que los rodeaban. Según para qué países, dar soporte a Assange era meterse en conflicto con los que le perseguían. Ello se transformó en una maraña de alianzas en la que el informático salió perdiendo.
Julian Assange y WikiLeaks fueron objeto de polémica
Muchos medios lo defendían, pero cada vez más empresas le daban la espalda por miedo. Un claro ejemplo de ello es PayPal, que cerró varias cuentas que llevaba WikiLeaks. Un presentador de la FOX, Bill O’Reilly, pidió públicamente la ejecución de los miembros de WikiLeaks y de los responsables de la filtración de documentos. El propio Pentágono, Departamento de Defensa de los Estados Unidos, dispuso 120 profesionales a la tarea de detener las filtraciones de Assange, además de colaborar a la presión mediática de que el australiano era un enemigo del país. La banda de piratas informáticos Anonymus defendía al australiano, y protagonizó un ataque informático (DDos) contra algunas empresas que le dieron la espalda.
El agosto de 2010 se ordenó el arresto de Julian, acusado de violar una mujer vinculada con la oposición cubana. Sin embargo, la fiscalía retiró las cargos al no tener pruebas sólidas. Pero no todo fue tan fácil: un mes después la fiscal superior sueca Marianne Ny concluyó que había razones de peso para afirmar que el delito se había cometido y que tendría que calificarse como violación, abriendo de nuevo el caso. El fundador de WikiLeaks contaba con dos órdenes de arresto en total si se añadía una de acoso sexual a Sofia Wilen. Pese a tener el peso de la justicia sobre él, decidió huir del país, momento en el que la policía sueca pidió la ayuda de la Interpol y se emitió orden de busca y captura bajo los cargos de coacción, abusos sexuales y violación.
En junio de 2012 Assange se refugió en la embajada Ecuatoriana de Londres, quién le brinda protección siempre y cuando no salga del edificio, pues si lo hace será arrestado y extraditado a Suecia para ser juzgado. Éste no sería el peor de los casos, pues si se autorizara la extradición a Estados Unidos, las fuerzas más conservadoras de ahí piden sentencia de muerte para Assange.
El mundo de los Smartphone y las apps se mantenía al día con WikiLeaks, pues tanto Android como iOS tenían sus propias aplicaciones relacionadas con la página. En la Appstore costaba 1,99$ y permitía acceder al Twitter y al sitio de WikiLeaks bajo la frase de «Acceso instantáneo a la mayor red de filtraciones de memorándums y documentos confidenciales del gobierno». Para Android, sin embargo, existen tres aplicaciones relacionadas con el tema, aunque mínimamente funcionales y algunas ya han sido borrada o inutilizadas. Actualmente Julian Assange sigue encerrado en la embajada Ecuatoriana sin poder poner un pie fuera del edificio. ¿Es esto justicia para alguien que publicó lo que nos esconden ahí arriba?