Por muchos es sabido que Telegram es uno de los rivales más populares de Whatsapp. Aunque no sea el más usado actualmente, tiene distintas funciones de las que carece su archienemigo y vamos a comentarlas para hacer un balance de ellas.
Una de las más destacables es la autodestrucción de los chats. La privacidad siempre es muy importante y la aplicación sabe aprovechar este aspecto. Se puede preparar una conversación para que se autodestruya tras un tiempo exacto, con lo cual además la información no pasará ni por los servidores del servicio. Sí pese a ello el lector hace captura de pantalla, se avisará al otro usuario de ello. Aparte, los grupos pueden contener más miembros que en Whatsapp, aunque ya es caótico de por sí uno de veinte usuarios, aunque es posible etiquetarlos en mensajes dentro de ellos, cosa bastante práctica. Telegram permite usar un nombre de usuario en vez de el número de teléfono, y mediante ello añadir contactos igualmente. De ese modo podemos mantener conversaciones tras una pantalla de humo. Supongamos que vendemos un artículo por Wallapop y hablamos con el comprador, pero queremos mantener en secreto nuestra información personal. ¿Útil, cierto?
Eliminar la cuenta es fácil y práctico, ya que no requiere tener el teléfono en mano para hacerlo. Desde la web es posible, pues en el caso que nos robaran el móbil bastaría cerrar sesión en todos los dispositivos desde nuestro ordenador o borrar la cuenta misma para evitar cualquier mal uso de nuestro perfil y contactos.
Entramos ahora en terreno ocioso. Últimamente las imágenes animadas (GIF) se han puesto de moda en las conversaciones y Whatsapp no puede reproducirlos, así como Telegram sí. Además los Stickers pueden usarse, cosa en la que hasta ahora Line era el líder. No es realmente algo que suponga un desbalance gigantesco, ya que a nivel comunicativo no supone un problema.
Prosigamos. Cabe mencionar que algunas funciones, como la de crear o usar un bot para diferentes funciones tales como hablar en un grupo o hacer encuestas en Telegram no es algo imprescindible para el uso de la aplicación, pero son pequeños detalles que hacen la experiencia un poco diferente.
Los archivos de gran tamaño no suponen un problema y no dependeremos de otras aplicaciones para enviar ficheros pesados, como Drive o Dropbox. Nos ahorrará una molestia si deseamos transferir grandes cantidades de datos.
Cada una de las aplicaciones tiene sus pros y contras. Sin embargo la mejor manera de opinar sobre algo es haberlo conocido, así que al ser gratuita, y estar disponible tanto para iOS como para Android, descargarla no nos costará nada más que tiempo probarla.