Sonic, el erizo azul, apareció en las consolas el ya lejano año 1991. Con la capacidad de correr a velocidades tales como la de la luz, lideró el primero de muchos títulos con su nombre. Ya sea con juegos muy elaborados como Sonic Dash u otros de más simples como Sonic Runners, nunca han faltado títulos con los que dar vida a nuestras consolas. Pese a la calidad de ellos y todo lo que ofrecen, para quitar ese mono que nos queda a veces de engancharnos a algo o darle a la pantallita un rato antes de dormir Sonic Jump Fever es un genial título que probar. Se trata de un divertido y explosivo juego plataformero de tipo vertical desarrollado por SEGA en el que controlaremos a Tails en un inicio, estando Sonic, Knuckles y otros personajes emblemáticos de la famosa saga disponibles para guiarlos a través de peligrosos y rápidos niveles.
Los niveles se componen de una gran diversidad de plataformas diferentes repartidas por doquier y enemigos por todas partes. En la mayoría de niveles nuestro personaje empezará desde el suelo, rebotando por su cuenta cada vez que se toque una plataforma. Tocando la pantalla conseguiremos que dé un salto adicional en el aire, ideal para aumentar la distancia que podemos desplazarnos y ganar movilidad. Deberemos también inclinar nuestro Smartphone para guiarlo, así que no podemos distraernos. Conforme ganemos altura en Sonic Jump Fever la cámara nos acompañará, por lo que no hay que esperar un milagro si caemos por la parte de abajo del nivel: no quedará nada en lo que rebotar.
Sonic Jump Fever nos mantendrá enganchados a la pantalla
En otro orden de cosas, los enemigos que pululan por los diferentes niveles tendrán que ser golpeados desde abajo para recibir daño, algo impensable hasta ahora para los fans del erizo azul. En Sonic Jump Fever este cambio modificó los estándares que regían los juegos del veloz animalito, aunque quedó demostrado que no afectaría a los demás títulos de la saga. Por ello merece la pena calcular bien los saltos, pues, para no tocar a los enemigos deambulantes que nos puedan dificultar la escalada de un modo u otro. Para facilitar la subida existe un medidor de FEVER que iremos llenando recogiendo unas bolas azules que, al completarse, darán lugar a la desaparición temporal de todos los obstáculos y el personaje que estemos controlando recibirá una aceleración brutal en la que tendremos que guiarlo unos instantes en los que lo único que podremos hacer es recoger anillos.
Sonic Jump Fever renueva la experiencia con el nuevo medidor FEVER
Sonic Jump Fever ofrece la experiencia (poco novedosa pero clásica de sus títulos) de recoger anillos con los que poder adquirir mejoras o personajes adicionales, aunque éstos últimos tienen unos precios desorbitantes en anillos y nos harán plantear si comprarlos por nuestra cuenta o tirar de paciencia y mucha perseverancia. Pese a la aparición de los conocidos anillos, hay también unos de color rojo mucho más valiosos y difíciles de conseguir que serían los equivalentes a poner dinero real en el juego.
Si hubiera que decir algún aspecto negativo de Sonic Jump Fever éste sería el método de vidas que utiliza para las partidas: dispondremos de cinco exactamente y cada vez que juguemos un nivel perderemos una de ellas, independientemente de nuestra actuación. Una vez terminadas todas podremos esperar, suplicar a nuestros contactos de las redes sociales o pagar anillos rojos. Es por ello que dicho juego merece sus horas de vicio, pero dosificadas. Aún así es digno de enganche y no le falta nada dentro de los niveles que eviten que pasemos un buen rato. Se encuentra disponible por el coste de risa de 0€ en las tiendas de Android y iOS.