Existen muchos tipos de juego que han sido hechos con el objetivo de que podamos matar los ratos muertos que se nos plantean en nuestro día a día. La variedad es casi infinita, pues tenemos desde simuladores de billonario como Billionaire o Aventure Capitalist hasta títulos que requieren tocar la pantalla mucho para distraernos como Clicker Heroes. Nitrome es en este caso el protagonista, pues son los responsables del título Rust Bucket, un prometedor rogue-like 2d con mucho entretenimiento por delante.
La temática de Rust Bucket gira alrededor de explorar mazmorras. Vale que no es la innovación del siglo, pero la mecánica con la que ha llevado a cabo encaja con la temática y da un soplo de aire fresco a un género que mal desarrollado desemboca en un juego repetitivo. El sistema de movimiento permite mover a nuestro personaje, un casco con cuernos, dando saltitos por el mapa dividido en casillas ficticias. Los enemigos se moverán del mismo modo, aunque irán a su ritmo y tendremos que predecir sus patrones para que no nos golpeen. Derrotarlos es tan sencillo como movernos hacia ellos cuando estén quietos y les propinaremos un buen tajo de espada, aunque desconozco cómo la sujeta. Si por el contrario son los monstros quienes se mueven hacia nosotros estando en una casilla adyacente, tendremos las de perder.
Los enemigos de Rust Bucket van a su ritmo, ¡Vigila!
La estética tiene mi punto a favor, pues tanto enemigos como escenarios tienen sus detalles bien diseñados con el pixel art presente. Los fondos son muy coloridos y hasta en las zonas más oscuras de la mazmorra mantienen su toque original. Los enemigos tienen un estilo entre cartoon y chibi (del japonés, usado para referenciarse a dibujos cabezones y pequeños) que da a Rust Bucket ese toque entre alegre y frustrante cuando el mismo monstruo nos mate varias veces.
Horas y horas de entretenimiento garantizadas con Rust Bucket
No todo se basará en matar: existen también multitud de trampas con las que tendremos que parar a pensar cómo enfrentarlas. En ellas hay un enemigo que siempre está presente y no solemos contar con él y es el tiempo. Puede ser nuestro mayor aliado u también el motivo de nuestra derrota. Trampas que en otro juego serían relativamente fáciles de esquivar como bolas de fuego en Rust Bucket se convierten en una auténtica epopeya de movimientos en un orden concreto y el uso de objetos como cajas. Los combates también se vuelven más complicados, pues los patrones de movimiento de los enemigos se irán volviendo más complicados y difíciles de predecir. En algunos aspectos el juego recuerda a uno que apareció hará un año ya en Steam llamado Crypt of the Necrodancer en el que jugador y enemigos se movían al compás de la música.
Poco queda por decir de un juego que claramente está a la altura de llenar muchísimas horas muertas. Los niveles son infinitos así que bastante tardaremos de por sí en convertirnos en jugador experto para que realmente nos aburran las partidas. Se puede encontrar gratis en las tiendas de Android e iOS, aunque se puede comprar la ausencia de publicidad por 3,99€.