Quizás no sea una novedad decir que las redes sociales tienen un gran impacto en la forma de comunicarnos, pero determinar el nivel actual de ese impacto en las campañas electorales, especialmente sobre el electorado más joven, sí merece un análisis más profundo. En efecto, la penetración con la que las redes se inmiscuyen en el discurso político parece no tener límites.
Las redes sociales en la comunicación y en la política: ¿cómo afectan a los más jóvenes?
La comunicación en redes sociales es rápida y efímera. Los nuevos participantes de la política, esos jóvenes de entre diecisiete y veinticinco años, consumen información directamente de las redes, y acostumbran utilizar un dialecto digital más abstracto, basado en emojis y memes, como bien explica el estudio de ExpressVPN, el cual analiza el impacto de este tipo de comunicación en la vida cotidiana.
La comunicación fragmentada, la saturación del discurso y la falta de figuras de autoridad tradicionales forman la opinión de los jóvenes frente al discurso político. Estos se ven atraídos por soluciones a corto plazo y mensajes de campaña que refuerzan la sensación de disconformidad para con los discursos tradicionales, institucionales, de la política.
Según la encuesta realizada por el Consejo de la Juventud de España, titulada Rompe el cristal, un 60 % de la población joven afirma no verse representada por el sistema político español. La encuesta incluye la opinión de más de seis mil jóvenes de entre 14 y 30 años.
Esta nueva generación de consumidores de noticias comienza a tener una influencia cada vez mayor en el debate y en la definición de agenda pública. Se caracterizan por consumir noticias en redes y son los principales votantes de partidos radicales de extrema, los cuales expresan (o se apropian) de su descontento frente a la política tradicional.
¿Cómo afectan las redes sociales a las campañas electorales?
Los jóvenes no sienten apatía por la política, sino todo lo contrario: la mayoría de ellos afirman tener una posición muy marcada frente a los temas de actualidad y la dirección del país. Si bien muchos de ellos sostienen que su principal consumo de información proviene de plataformas como TikTok, no son ajenos a los principales problemas económicos y políticos en discusión.
Sin embargo, en las elecciones autonómicas de mayo se comprobó una fuerte impronta de marketing en el discurso de la mayoría de los candidatos. La idiosincrasia de la comunicación en redes parece haberse transformado en el motor de los discursos de campaña: se promueve el contenido de alto impacto y el potencial de viralidad por sobre la elaboración de propuestas concretas, con estrategias políticas personalistas que descartan la unidad partidaria y la búsqueda de consensos.
Los candidatos y candidatas, disponiendo de focus groups y encuestas propias, conocen los problemas y expectativas de los jóvenes. Por eso, se percibió en mayo un discurso basado en la volatilidad de las emociones, la polarización de las ideas y el conflicto permanente con los adversarios políticos a vencer. Un discurso para triunfar en las redes sociales.
Conclusión
La comunicación en redes sociales se ha constituido como la media del discurso político. Este fenómeno es muy efectivo en el electorado joven que acostumbra a consumir información pensada para él y con la que ya está de acuerdo; el algoritmo que filtra y segmenta, de manera automática, el debate y la agenda política de la juventud.