Para lo que estés haciendo. Respira hondo, concéntrate en la pantalla y déjate flotar. Este es el mensaje que lanza al usuario Prune, un juego diferente que ya ha conquistado el corazón de tantos. No se parece a nada que uno haya jugado antes: ni disparos, diálogos, acción o jefes finales. En esta ocasión el protagonista será nada más ni nada menos que un árbol que intenta florecer, aunque dependerá de nuestra ayuda para ejecutar su misión.
Para hablar de Prune hay que sumergirse primero en su estética oriental: con fuertes contrastes como punto de apoyo, el estilo visual gira alrededor de la diferencia cromática entre el árbol central, pintado totalmente de negro, y la diversidad de colores que puede albergar el cielo, dividido con frecuencia en diferentes halos de luz que consiguen un resultado espléndido. En varias ocasiones tendremos la propia Luna como testigo de la partida, vestida con colores diferentes según el nivel, pero siempre acariciando la tierra fértil con su suave luz blanquecina. Las flores, al crecer, se lucirán con unas tonalidades blanquecinas que acaban de aportar la luz cromática al escenario, bien en niveles de día o de noche, culminando igualmente la finalización del nivel.
Prune cuenta con un trabajo artístico inmensurable
La música es también uno de los elementos clave, pues es relajante y con un toque oriental que induce a la relajación. Conseguir que el árbol florezca despertará unas cuantas puntuales y suaves notas musicales que ejercerán de recompensa estimulante, algo más importante que logros mejoras que poder comprar. Prune cuenta también con la opción de sincronizar dispositivos, lo cual es una ventaja significativamente grande, porque si lo compramos por ejemplo desde un Iphone, podremos jugarlo más cómodamente en Ipad, así que cambiar de aparato resultará cómodo y satisfactorio, y se guardarán los progresos del mismo modo.
Tras tantos preámbulos alabando una estética que sin duda lo merecía, toca hablar de la jugabilidad. ¿Cómo funciona Prune? Es bastante sencillo, en realidad, aunque no es algo a lo que estemos acostumbrados. Empezaremos por elegir táctilmente la dirección en la que crecerá el árbol, indicado por una flecha. A continuación empezará a surgir de su semilla, dando lugar a ramas nuevas. Por bonitas que éstas sean, entorpecerán el crecimiento de nuestro amigo de madera, por lo que tendremos que… ¡Cortar! Exacto. Deslizando el dedo, cortaremos de cuajo las ramas que creamos que no hacen falta, y con ello el árbol conseguirá seguir creciendo. En cada nivel tendremos que dirigirlo a donde llegue la luz, procediendo así a que salgan las flores que estamos deseando.
En Prune ayudaremos un árbol a crecer y sacar flores
Con una excelente combinación de trabajo artístico y ambiental, Prune consigue hacerse hueco entre aquellos títulos con un estilo propio que merece la pena pagar por ellos. Tanto para los usuarios de Android como los de iOS el precio es el mismo: 3,99€. La única pega del juego es que se hace corto, y no hay un número excesivo de niveles. Para lo demás, es un titulazo con mayúsculas el cual Joel McDonald ha hecho bien en invertir en su creación.