Suele creerse que el mundo de la ropa es un ámbito menor, incluso superfluo, para el ser humano. Aunque lo usual es considerar que las prendas solo sirven para vestirse, lo cierto es que últimamente a través de la ropa se están encontrando maneras de contribuir al bienestar social. Un ejemplo de ello es la ropa biodegradable. “Se denominan prendas bio cuando son fabricadas con propósitos de coadyuvar al cuidado del medio ambiente. Los materiales empleados suelen ser reciclados, como botellas de plástico, o de otros elementos amigables con el entorno, como el lino o el algodón biológico”, resalta Carmen Villarán, escritora de StyleSpring.
Un nuevo ejemplo se halla en las camisetas inteligentes que viene desarrollando el proyecto LOBIN. El gran objetivo es medir y controlar los signos vitales de los pacientes sin recurrir al obsoleto procedimiento de insertar cables en el cuerpo de la persona.
Camisetas inteligentes en las ciencias médicas
El proyecto LOBIN (Localización y Biomonitorización a través de Redes Inalámbricas en Entornos Hospitalarios) se encuentra trabajando en el revolucionario invento de las camisetas inteligentes, una iniciativa que facilitaría los estudios y seguimientos en los ingresos clínicos. Portavoces del proyecto han explicado que el paciente con la prenda sería biomonitorizado constantemente y su información vital estaría siempre a disposición del personal médico. Esto se debe a que los tejidos contienen sensores e-Textile integrados que están habilitados para la transmisión inalámbrica de un electrocardiograma, de la temperatura corporal, del índice de actividad física, de los ritmos respiratorios, entre otros.
La comunicación de la información se concretaría mediante una malla inalámbrica que permitiría la sincronización de dispositivos. Todo esto sin utilizar GPS, empleándose en su lugar el sistema Zigbee, el cual consume menos energía y es más eficiente.
Las camisetas, mediante un Sistema Seguro de Información en Red, generan una representación visual de posición en tiempo real a través de gráficos, manifestados en el plano del establecimiento médico donde esté el paciente. Cuentan, además, con implementos que fortalecen la recabación de datos, como alarmas que detectan desplazamientos prohibidos del paciente y peculiaridades como las taquicardias, bradicardias, arritmias, etcétera.
Beneficios prácticos y su pronta comercialización
Los portavoces del proyecto LOBIN recalcan algunos de los beneficios principales de estas prendas inteligentes: “De forma práctica se podrá controlar los movimientos del paciente en el centro médico donde esté internado sin mayores dificultades. Cualquier rareza que detecte el sistema en la persona será comunicada detalladamente a los monitores del centro médico para que los especialistas sepan cómo proceder adecuadamente”.
En el proyecto LOBIN confían en que este prototipo produzca una novedosa línea de investigación y trabajo científicos. Se propone que esta línea no solamente se focalice en las áreas médicas, sino también en ámbitos como el deporte. Las empresas que constituyen el proyecto consideran que, en un año aproximadamente, el invento estará listo para ser comercializado.