Poco a poco la manera de interactuar con los dispositivos inteligentes ha ido avanzando. Empezamos pulsando botones más duros que la piedra para recorrer después diversas etapas: botones más finos y pequeños, botones táctiles y finalmente hasta la capacidad de llamar a las funciones del dispositivo mediante la voz. Como la tecnología siempre busca un progreso y maneras de mejorar todo lo que ya existe, no debería habernos sorprendido el reciente proyecto de Google, pero aún así lo ha conseguido, y es el llamado Project Soli. Si no te suena, prepárate porque tiene muy buena pinta.
El objetivo del Project Soli es que los usuarios puedan controlar dispositivos sin usar ningún tipo de mando, que las manos basten y sobren. No, no hablamos de la luz que se enciende al dar palmadas, ni del fracaso del Kinect de la Xbox o de la consola Wii para jugar con las manos. Llevado a un nivel doméstico y a la vez profesional, este gigantesco proyecto está actualmente intentando conseguir el sueño de cualquier apasionado de la tecnología, mediante unos diminutos sensores y muchas ondas electromagnéticas. Sin duda los Smartphone, las pulseras inteligentes, los hogares y hasta los coches se verán beneficiados de una forma casi inimaginable. Hay ganas ya.
¿Cómo funciona Project Soli?
Un radar diminuto dentro de un chip detecta la mano humana dentro de un radio limitado (de lo contrario mientras gesticuláramos hablando se activaría a su bola) y el gesto que realice, quedando a la espera de órdenes concretas. Mediante una elaborada función de tracking (seguimiento) el radar puede detectar instantáneamente gestos pequeños pero concretos al detalle. Con una gran precisión, puede detectar si hacemos el gesto de pulsar un botón, de girar un dial o de pinzar con los dedos índice y pulgar. Mediante el lenguaje informático que se está desarrollando actualmente, el dispositivo podrá reconocer gestos específicos para identificarlos y procesar la orden que sea correspondiente. Como ejemplo práctico, supongamos que poner la palma de la mano hacia arriba y moverla de forma ascendente signifique subir la temperatura, mientras que la palma hacia abajo y el movimiento descendiente signifiquen bajarla. Ésta es sólo una de las infinitas posibilidades que podrían hacerse realidad cuando se termine la construcción del chip.
Abrir la puerta de la habitación mediante el gesto de girar una llave, agrandar el pincel de Photoshop en la tablet con sólo dos dedos, aumentar la luz de la habitación gradualmente con el gesto de girar un dial, bajar las persianas de la casa con el simple gesto de pulsar un botón aunque no haya ninguno físico… Las posibilidades son realmente infinitas. La resolución que anuncian los que están trabajando en el Project Soli es que quieren que la mano sea la principal y única herramienta con la que interactuemos con la tecnología. No son pocos los que tienen la mirada puesta en el proyecto, que si sale bien sin duda ganará una cantidad de dinero y fama impresionante, algo que hasta dónde sabemos a Google no le falta, pero que no se corta a la hora de aspirar más alto.