Hemos comentado en otras ocasiones diversas aplicaciones para hacer ejercicio. En una de ellas hablamos de Freeletics BodyWeight, la cual tenía una función la mar de interesante: el coach o entrenador personal. Se trataba de una opción de pago mensual o anual en la que la propia app marcaba las rutinas de ejercicios. En Actualapp decidimos probarla para ver qué tal, así que pagamos nuestros 13.99€ por el mes y nos pusimos manos a la obra. Tras unas cuantas semanas de agujetas, esta ha sido nuestra experiencia con el coach de Freeletics:
El coach de Freeletics: a machacar esos músculos
Primero tuvimos que decidir qué objetivos queríamos cumplir: ¿Cardio, musculación o cardio y musculación? Al empezar el coach de Freeletics hay que saber hasta dónde quiere llegar cada uno. En este caso optamos por marcar musculación. La aplicación también pregunta el estado de forma en el que nos encontramos y si somos muy deportistas. Marcamos unas expectativas bajas para ir con cuidado.
La primera semana de todas fue de introducción, y en ella la aplicación obtuvo los primeros indicios de información acerca de nuestro estado de forma. A lo largo de 3 días alternados el coach de Freeletics nos propuso una gran variedad de ejercicios con la que conseguimos agujetas en músculos que ni sabíamos que existían. Por otra parte, el entrenador virtual se portó bien y no nos forzó a hacer demasiadas repeticiones (dependiendo del día). En resumen se podría decir que fue soportable.
Conforme terminada la semana de introducción, el coach de Freeletics se puso a tope en la primera semana seria. Tras dejarnos escoger el objetivo y los días a la semana que entrenar (de 3 a 5). Ahí la cosa dejó de ser una broma. Marcamos 3 días de entrenamiento y lo pagamos con sudor. Pese a marcar musculación en el entrenamiento, no por ello nos salvamos de Burpees y otros ejercicios agotadores.
La segunda y tercera semana fueron un poco distintas. Incrementamos la cantidad a 4 días, pero la intensidad del coach de Freeletics subió también. Las agujetas estaban presentes la mayoría del tiempo, pero poco a poco el cuerpo se iba sintiendo mejor. Descubrimos también las piernas, que por lo visto también tienen músculos y esas cosas. Las sentadillas, los saltos y los Burpees Frogs fueron amados y odiados a la vez (unas pocas horas más tarde dolía horrores caminar). Pero eh, un reto es un reto.
Aunque da un poco de corte optamos por hacer algo que se recomienda mucho: hacerse una foto antes de empezar todo el proceso de Freeletics (en el espejo en plan cani) y al menos una entre semana y semana de coach. Una vez finalizado el primer mes hicimos las comparaciones, y la verdad es que funciona lo suyo. No hubo una transformación increíblemente alucinante pero sí pérdidas de peso y músculos que empezaban a hacer acto de presencia (por lo visto los abdominales existen, no son los padres).
A todo esto vale la pena mencionar algo: a nadie le apasiona pagar para que le digan qué hacer, y además teniendo funciones gratis dentro de la aplicación. Sin embargo, es una doble moral: ya que pago, lo cumplo. El coach de Freeletics va tomando nota acerca de lo que nos cuesta hacer las rutinas (lo pregunta al finalizar cada día de rutina) y se va adaptando.
Una tontería que nos llamó mucho la atención de la app es que los workouts tienen nombres de dioses griegos. Por fin podemos decir que es posible marcarse un Poseidón o un Ares. Los workouts son difíciles y hace falta mucho tiempo para dominarlos (sobre todo los que requieren barra) pero en ello está la gracia: en picarse y intentar superarse a uno mismo. Si estás harto de salir a correr sólo cuando te pilla la época o apuntarte al gimnasio y no ir nunca, siempre puedes probar el coach de Freeletics (no, no vamos a comisión con ellos). Sólo se necesita un espacio mediano y unos 20 minutos al día, sin mencionar motivación claro. Si te llama la atención esta app, puedes saber más sobre ella en el siguiente artículo. ¡A por ese six pack!
Freeletics Bodyweight: ¡Hora de ponerse en forma!