En estos tiempos, parece claro que cualquier cosa que necesitemos, pensemos o busquemos va a tener cabida en la red. Y ya no solo porque queramos googlear acerca de ello. Es muy probable que tengamos alguna aplicación para ejecutar o descargar, que nos ayude en cada caso. El mundo de las aplicaciones crece de manera vertiginosa, estimándose ya en más de 3 millones y medio de ellas en circulación. En este mar de posibilidades, las aplicaciones destinadas al juego y entretenimiento ocupan un lugar destacado.
Y es que nos gusta jugar. Pero no solo a juegos de nuevo cuño, modernos, con gráficos espectaculares o infinitas pantallas a superar. Los juegos clásicos de toda la vida tienen ahora su alter ego en nuestros dispositivos. Ajedrez, sudoku, damas, palabras cruzadas, juegos de rol o trivia entre otros, tienen una versión app para nuestro móvil, pc o consola.
Los pros y contras de esta modernización
Una aplicación no es más que un reflejo digital de una necesidad o uso que hace años hacíamos de otra forma. Por eso en las apps de juegos también podemos destacar puntos a favor y en contra de su uso. Como datos más favorables podemos destacar, en primer lugar, la inmediatez y rapidez de uso. Con una app no necesitamos desplegar en una mesa todos los elementos que necesita el juego o parar las partidas para ir contando puntos, sustituyendo personajes, etc.. ya que el sistema calcula todo al instante.
Otro punto favorable sería el grado de personalización que se nos permite, cambiando el color de una ficha, por ejemplo, o la forma de un tablero. También mejora la experiencia de juego el hecho de ser online y clásico a la vez, y es que son juegos universales que cualquier persona en el mundo conoce, con lo que la experiencia de juego con otros usuarios se potencia.
Como contrapartida, y no por negativo sino por entrañable, las apps no aportan la sociabilidad que desplegar un tablero con amigos produce. No olvidemos que en muchos casos solo jugamos contra un software. Además, el acoso a modo de publicidad o los permisos de acceso o autenticación, son puntos que nos ahorramos con los juegos clásicos.
Su variedad y rentabilidad que los hace una excelente opción
En general no tenemos preferencias, algunos siguen jugando a los arcade y rol más míticos, otros ejercitan su cerebro con sudokus o juegos trivia y otros prefieren juegos de casino y de azar. Para los que gustan de éste último tipo de juegos, que cada vez cuentan con mayor presencia online, vale la pena resaltar que existen sitios como Compara Casino que ayudan a los jugadores a elegir mejor el casino en el que jugar, tanto por su diversidad de juegos y gráficos como por su seguridad.
Lo que es seguro es que año tras año, por muchas aplicaciones que se desarrollen, entre las más descargadas siempre se podremos encontrar uno que otro juego, que aunque no sea clásico, seguramente será una adaptación de alguno de los más conocidos. Y es que no se necesitan grandes gráficos ni complicadas pantallas para que las empresas muestren interés y facturen por las descargas de juegos y apps. Los clásicos nunca fallan y baste como ejemplo el clásico monopoly (juego nacido durante la crisis del 29), que tiene versiones donde las calles se sustituyen por marcas comerciales, con el consiguiente flujo económico.