El primer teléfono inteligente se inventó en 1992 y salió a la venta en 1994. Creado por IBM, reconocida empresa multinacional estadounidense de tecnología y consultoría, el Simon Personal Communicator (SPC) fue una verdadera revolución en la época, ya que combinó las funciones de un teléfono móvil y una PDA, también conocida como agenda electrónica de bolsillo. Fue lanzado al mercado con un precio de 899 dólares (1.435$ en dólares de hoy). Un precio muy elevado teniendo en cuenta que en aquella época los teléfonos móviles a veces se regalaban para atraer a los clientes y, en cualquier caso, rara vez se vendían por más de 500$. En total se vendieron alrededor de 50.000 unidades del primer teléfono inteligente de la historia, según Bloomberg. Sin embargo, se retiró del mercado al año siguiente de su lanzamiento.
El Simon Personal Communicator estaba muy adelantado a su tiempo. El teléfono inteligente contaba con una pantalla táctil LCD monocromática en la que se podía dibujar con un puntero, así como con la capacidad de enviar y recibir correos electrónicos y faxes. Además de las llamadas, el dispositivo tenía un conjunto de funciones integradas que incluían una agenda de eventos, una libreta de dirección, un calendario, un reloj mundial y una forma de programar citas. Incluso era capaz de ejecutar aplicaciones de terceros, siempre y cuando se liberara suficiente espacio de su memoria interna de 1 MB. Unas características muy avanzadas que siguen presentes en los teléfonos inteligentes actuales.
Casi 30 años después del lanzamiento del primer teléfono inteligente de la historia, los smartphones se han convertido en el epicentro de nuestra vida cotidiana. Según el informe Digital 2020, elaborado por We Are Social (agencia creativa especializada en social media) y Hootsuite (plataforma de gestión de redes sociales), en España, existen más de 54 millones de líneas móvil, siendo el 94% smartphones. Los teléfonos inteligentes han revolucionado por completo el mundo, ya que permiten a los consumidores disfrutar de una vida más fácil. Las personas usan los smartphones para navegar por internet, hacer llamadas, enviar correos electrónicos, programar rutinas o realizar pagos. Todo ello de una manera rápida y sencilla que permite ahorrar tiempo.
Los teléfonos inteligentes se han convertido en el dispositivo de entretenimiento preferido por los consumidores en la actualidad. Hoy en día, la mayoría de las personas usan los smartphones para ver películas, series, vídeos, escuchar música o disfrutar de juegos online. No cabe duda de que estos dispositivos han tenido una influencia masiva en la industria del juego en los últimos años, ya que los juegos móviles han experimentado un meteórico aumento de popularidad, aunque también ha tenido un gran impacto en el mundo de los juegos de azar y los casinos online. Los operadores de juego se han dado cuenta de las posibilidades que ofrecen los teléfonos inteligentes, y han desarrollado aplicaciones para estos dispositivos, tanto para usuarios de Android como de iOS, para ofrecer una experiencia de juego adaptada a los tiempos actuales.
Hoy en día, las aplicaciones móviles y los teléfonos inteligentes son una parte fundamental de la experiencia general de juego en cualquier casino online. Los operadores de juego no solo tienen que tener una app optimizada para los smartphones, sino que la calidad también es un factor determinante para los aficionados a los juegos de azar. Los jugadores quieren sacar su dispositivo del bolsillo y disfrutar de modalidades de juego como las máquinas tragaperras, el blackjack o la ruleta en cualquier lugar. Los jugadores buscan una experiencia de juego de calidad en todos los dispositivos. Por este motivo, los desarrolladores de juegos de casino, como Microgaming, NetEnt, Pragmatic Play o Evolution Gaming, se aseguran de que la experiencia de juego en los smartphones sea de la mejor calidad y los usuarios puedan jugar en cualquier dispositivo que deseen.
La accesibilidad ha sido la principal razón por la que los teléfonos inteligentes se han apoderado del sector del juego en los últimos años. Los smartphones han cambiado los hábitos de juego de los consumidores, principalmente porque permiten jugar a modalidades de juego como la ruleta, las máquinas tragaperras o el blackjack en cualquier lugar, siempre que se cuente con una conexión a internet. Los aficionados a los juegos pueden jugar a los juegos de casino en el baño, en la cola esperando al autobús, en el trasporte público o en el hogar. De esta forma, no es de extrañar que el número de jugadores aumente rápidamente cada día.
Los teléfonos inteligentes son el futuro de los casinos online
Casi la mitad de los habitantes del planeta, alrededor de 3.600 millones de personas, no tiene acceso a internet, según advirtió a finales de 2019 la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el organismo especializado en telecomunicaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). De esta forma, casi la mitad del mundo todavía no tiene un teléfono inteligente y, por consiguiente, no tiene la posibilidad de disfrutar de los casinos online. Una cifra que se va reduciendo cada año, por lo que la cantidad de propietarios de smartphones aumentarán en los próximos años. Las plataformas de juego online, que son conscientes que los teléfonos inteligentes han llegado para quedarse, se beneficiarán de este aumento con la llegada de nuevos usuarios.
La industria del juego y la tecnología siempre han ido de la mano. Hoy en día, todas las tendencias de los hábitos de los consumidores y las plataformas de juego apuntan hacia la necesidad de los juegos de casino para teléfonos inteligentes. Los casinos online han hecho un excelente trabajo para adaptarse a modalidades como la ruleta online, el blackjack o las máquinas tragaperras a los smartphones, mejorando los gráficos y la navegación para que los usuarios de iOS y Android puedan disfrutar de una experiencia de juego única. A pesar de ello, todavía queda un largo camino por recorrer, y los desarrolladores de juegos de casino seguirán mejorando la experiencia móvil para satisfacer las necesidades de los juegos en el futuro. Para ello, contarán con la ayuda de las nuevas tecnologías, como el 5G, la AR (realidad aumentada) y la VR (realidad virtual).