Una de las peores mejores canciones de la historia es El Tiburón, un hitazo de los 90 del grupo Proyecto Uno cuya letra empezaba diciendo que un tipo llegaba a una discoteca para conseguirse «una fresca» y acababa reconociendo su derrota (como casi todos los hombres del mundo casi todas las noches de nuestras vidas) ante la llegada de otro hombre al que bautizaba como tiburón. «Se la llevó el tiburón, se la llevó», decía. Sí, una letra elaborada y cargada de metáforas que me ha venido a la mente después de descargarme Hungry Shark Evolution, un genial juego en el que tú eres el tiburón, pero no sólo te alimentas de mujeres, también de bañistas, peces, tortugas, submarinistas, marineros, barcos y todo tipo de inconscientes que se cruzan en tu camino.
Hungry Shark Evolution parte de una mécanica de juego muy sencilla que consiste en meternos en la pétrea piel de un tiburón con hambre insaciable. Y comer. Comer mucho. Comer todo. Empezaremos con un tiburón pequeño y lo iremos alimentando hasta aumentar su tamaño lo suficiente como para asumir retos de mayor calado.
Por el camino, recogeremos monedas que nos servirán para equipar nuestro tiburón con todo tipo de artilugios (la mayoría surrealistas), para mejorar las condiciones del escualo (su fuerza, su dentadura) o para hacernos con antídotos y otros objetos que contrarresten los efectos de los enemigos. Porque sí, el fondo del mar está lleno de peligros: desde la propia presión de la profundidad hasta los residuos tóxicos que se vierten o submarinos llenos de humanos muy enfadados.
Hungry Shark Evolution es gratis, aunque incluye compras in app
Una de las virtudes de este título que está disponible de forma gratuita para iOS y para Android es que ofrece diversión y entretenimiento casi infinito, ya que aparte de ambientarse en escenarios muy grandes, dispone de varios tiburones para desbloquear, tesoros ocultos por encontrar y decenas de misiones por completar. Y lo más importante: sus creadores siguen trabajando en actualizaciones y mejoras para que nunca te canses de comer.