Quince años depués del lanzamiento del primer videojuego de la saga para Xbox, Halo: Spartan Strike llega a la Apple Store acompañado de su antecesor Halo: Spartan Assault, que vio la luz para Windows Phone en el año 2013, pero al que todavía no habían podido hincar el diente los poseedores de un iPad o un iPhone. Creado por 343 Industries, asumiremos el control de supersoldados humanos conocidos como Spartans y nos enfrentaremos a todo tipo de enemigos alienígenas. Por supuesto, tendremos a nuestra disposición un amplio catálogo de armas y de vehículos especiales.
El 15 de noviembre de 2001 se puso a la venta Halo: Combat Evolved, primer first person shooter (FPS) de una trilogía creada por Bungie que debía salir únicamente para PC y Mac, pero que pocos meses antes de su lanzamiento compró Microsoft y decidió llevar también a su Xbox.
El tiempo ha demostrado que esa apuesta no sólo fue un éxito comercial, sino que marcó un punto de inflexión en la trayectoria de la consola de Microsoft. Considerado un killer app, o sea, el motivo por el que mucha gente se compró la Xbox, Combat Evolved alcanzó las cinco millones de copias vendidas en noviembre de 2005, cuando su segunda parte (Halo 2) ya estaba en el mercado. Una veintena de juegos después, Halo sigue alcanzando millones de hogares en todo el mundo, ahora también a través de los smartphones.
El universo Halo, que muchos equiparan en impacto cultural al que tuvo Star Wars en los años 80 y 90, se ha ramificado a otros ámbitos como la literatura, el cine o la televisión (Halo: Nightfall), pero sigue muy vivo en su universo nativo, que es el de los videojuegos. Al lanzamiento de Halo: Spartan Strike, un simple aperitivo, le sucederá «pronto» Halo 5: Guardians (27 de octubre), continuación de Halo 4 que estará en exclusiva para Xbox One y que será el plato fuerte de la franquicia.
Recordad que Halo Spartan Assault ya está disponible en la App Store por 5,99 dólares, mismo precio de lanzamiento que Halo: Spartan Strike. Haz hueco en tu iPhone (693 Mb Assault, 792 Mb Strike) y calienta los pulgares: ¡empieza la guerra!