Aunque el 5G se postula como la gran solución que nos dará acceso a la red con velocidades increíbles y sin cables, lo cierto es que el futuro de los hogares y oficinas parece pasar por la fibra óptica de plástico, también denominada POF (Plastic Optical Fiber, en inglés). Actualmente, la que se emplea comúnmente es la fibra óptica de vidrio, que en la mayoría de ciudades se instala hasta dentro de la vivienda (tecnología conocida como FTTH, del inglés Fiber To The Home, Fibra hasta la casa).
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre la fibra de vidrio, que aparentemente ya nos otorga grandes beneficios, respecto a la fibra de plástico? La clave no está tanto en mejoras de velocidad ni de servicio, sino en el material del propio cable.
Una instalación más versátil hará que las operadoras se pasen a la fibra óptica de plástico
Actualmente, la fibra óptica de vidrio requiere una cierta delicadeza a la hora de instalarla. El material es tan frágil que puede romperse con facilidad, con lo cual la luz que viaja a través del cable no podría atravesar correctamente el conducto, derivando en problemas de conectividad.
Además, el técnico que la instala debe tratar de evitar doblar el cable en exceso, nuevamente por la fragilidad del vidrio. De ahí que sortear esquinas sea una tarea tan complicada; imagina, por ejemplo, que el cable debe ir pegado al marco de una puerta. Al llegar a la esquina no podría dibujar un ángulo de 90 grados ya que comprometería la calidad del cable.
Esto con la fibra óptica de plástico no sucedería. El cable sería altamente flexible (20mm de radio de curvatura, según la Wikipedia) y su manipulación sería mucho más sencilla ya no sólo por parte del técnico instalador, sino por el de propio usuario que ya no debería preocuparse por la delicadeza del material.
La fibra óptica de plástico todavía no está asentada en el mercado
Por contra, no es tan rápida como la fibra óptica de vidrio aunque puede llegar al 1 Gbps, que para los estándares actuales sigue siendo una cifra futurista. Así, su principal uso estaría destinado a instalaciones de corta distancia (hasta 100 metros aproximadamente) y de «bajas» velocidades tales como conexiones domésticas, de empresa y en vehículos.
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Cabe destacar que Telefónica ya presentó en 2017 su propuesta para llevar la fibra óptica de plástico a las casas de sus clientes, de hecho realizó pruebas con las que confirmó las posibilidades de su instalación, aunque por el momento no se han vuelto a conocer detalles sobre estos planes.
Finalmente, si nos interesa incluir este avance en nuestro domicilio cuando ya esté listo para su contratación, solo nos quedaría comparar telefonía para descubrir qué servicio incluye la fibra óptica de plástico y cuáles siguen ofreciendo la de vidrio, aunque quizá en aquellos lugares donde ya esté instalada la tradicional no tenga demasiado sentido sustituirla por la nueva (más allá de posibles reformas en el hogar o local).