En todas las redes sociales hay herramientas que casi nadie usa por su poca utilidad y la de Mark Zuckerberg no tiene excepciones. Entretenidos pero inútiles, todos conocen los toques de Facebook. Esta función de la red social lleva desde sus inicios implementada, aunque su utilidad es tal que prácticamente nadie usa esta opción. Para el que no conozca lo que es un toque en la red social, se trata sencillamente de un aviso. Cuando vamos al muro de otra persona tenemos una opción llamada “dar un toque”.
¿Sirve para algo? No demasiado. Al hacerlo la otra persona recibirá un aviso conforme le hemos dado un toque, y mediante un click se le puede devolver. Básicamente se trata de una chorrada para picarse con los amigos (y puede llegar a enganchar). A raíz de esa función nació una aplicación para Smartphone que aún llevando el mismo nombre tenía una función diferente que a muchos les sonará. ¿Su nombre? Facebook Poke.
Esta app nació en 2012 junto a otra llamada Facebook Camera, cada cual un fracaso mayor. Facebook Poke venía a ser una especie de Snapchat con la marca de Zuckerberg, y en ella podíamos dar un toque a los contactos en forma de texto, foto y video que se borraba pasado unos segundos (¿Os suena de algo esa descripción?).
En ese momento Snapchat ya estaba empezando a tener un éxito importante, y al parecer el fundador de Facebook tenía cierta obsesión por la información que se autodestruía, (celoso de Snapchat, probablemente) aunque no le salieron bien las tornas. Tanto Facebook Poke como Facebook Camera fueron retirados del mercado un año y medio después de ser lanzadas por ser usadas poquísimo, detalle que no fue demasiado positivo. Conformó también una abismal victoria para Evan Spiegel, Bobby Murphy y Reggie Brown, responsables del desarrollo de la aplicación con el icono del fantasma.
Facebook Poke no tuvo el éxito que Zuckerberg esperaba
Snapchat ha sido siempre uno de los puntos de mira de Zuckerberg, y aunque los toques de Facebook y ese tipo de herramientas absurdas no triunfaron, el famoso creador de la red social intentó comprar Snapchat para solucionar su obsesión con la información que caduca. Para ello ofreció nada menos que la suma de 3 mil millones de dólares, cantidad que no puede pasar desapercibida. Para sorpresa suya Snapchat rechazó la oferta, dejando al millonario a dos velas, que encontró otras opciones por sus propios medios. Hablamos, concretamente, de Instagram Stories, pues ya que había comprado anteriormente Instagram por mil millones de dólares pensaba sacarle partido.
¡Como la ha liado Mark Zuckerberg con el invento! Pese a tener ya muchos usuarios usándolo, recibió un aluvión de críticas por plagiar descaradamente a Snapchat. Y no es para sorprenderse, pues las funciones son literalmente las mismas: por lo visto estamos ante una guerra sin cuartel. En una esquina, la colosal F que tiene a medio planeta bajo sus pies, y en la otra el alegre fantasma que se ha ido ganando un puesto entre los usuarios con actualizaciones constantes con poca cosa y mucha paciencia. ¿Quién ganará?
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