Muchos de los smartphones de gama alta ya incorporan estabilizadores que evitan que los vídeos salgan con tembleques o con movimientos involuntarios. Otros muchos no cuentan con esa ventaja, por ello quizá te interese aprovechar la nueva estabilización de Google Fotos.
Evidentemente, es necesario tener la app de Google Fotos instalada en el móvil, así como sincronizar los vídeos en la nube de este servicio.
Una opción rápida y sencilla para estabilizar tus videos grabados con el móvil
Obviamente el efecto no es el mismo que si se utilizase un estabilizador óptico o un gimball (u otro elemento destinado a ello), pero aún así se consiguen buenos resultados en la mayoría de casos.
La estabilización de Google Fotos está disponible a partir de la versión 2.13. Si aún no la tienes, actualiza la app en el Google Play o en el App Store.
Para aplicársela básicamente tienes que ir a un vídeo que tengas alojado en Google Fotos, tocar sobre el icono de edición y seleccionar “Estabilizar”.
Acto seguido comenzará a procesarse y una vez termine, podrás previsualizar el resultado antes de guardar el vídeo estabilizado o no.
Cabe destacar que el vídeo original no se eliminará, sino que se creará una copia con el archivo resultante ya estabilizado.
Por otro lado, el tiempo del proceso de estabilización depende de la cantidad de movimientos a corregir y sobre todo, del tiempo que dura el vídeo en sí.
La estabilización de Google Fotos da el pego (al menos en la pequeña pantalla)
Aquí tienes un vídeo sin estabilizar seguido del mismo estabilizado por Google Fotos.
Por lo que respecta a los resultados, ciertamente logra dar el pego aunque se trate de una estabilización tan “al vuelo” y mediante software.
Sobre todo no se nota en las pequeñas pantallas de smartphone, pero si ese mismo vídeo estabilizado lo vemos en una pantalla de ordenador, notaremos cómo sí que se perciben algunos defectos propios de esa estabilización.
No obstante y para ser una opción más dentro de Google Fotos, rápida y gratuita, no está nada mal.
También hay que destacar que se respetará la resolución original del vídeo; es decir, que si está en 1080p, el resultado también conservará esa resolución.
Eso sí, estará algo recortado respecto al clip original ya que la estabilización por software necesita jugar con un pequeño margen para compensar los tiembles y movimientos propios de grabar a mano alzada.
Personalmente, no descarto utilizarla a partir de ahora sobre todo para ver si me vale la pena quedarme con la versión estabilizada o la original.
Para el que no la conozca, Google Fotos es una app de Google que te permite alojar tus fotos y vídeos en la nube de forma ilimitada (16MP y 1080p como máximo).
Si te pasas de esas resoluciones, se utilizará el espacio de almacenamiento de tu cuenta de Google (15GB) para cubrirlo.
La aplicación está disponible tanto para iOS como para Android, una opción muy recomendable para no perder nunca tus fotos (y liberar memoria local de tu smartphone).