Super Mario 64 es uno de los juegos más populares de la consola Nintendo 64. Con más de 11 millones de copias vendidas, fue el primer título de la saga del fontanero que usó las tres dimensiones. A día de hoy es recordado con nostalgia por muchos usuarios y todavía se puede comprar en mercados de segunda mano. Los jugadores más veteranos pasan horas y horas practicando maneras de pasarse los niveles más rápido, fenómeno llamado Speedrun. Es hasta elegante ver como fases difíciles que de pequeños nos parecían imposibles pueden completarse en pocos minutos o hasta segundos.
Pero lo que ha traído Super Mario 64 de vuelta a las portadas es nada menos que… ¡Su aniversario! Este 23 de junio se han cumplido 20 años exactos de su debut en Japón, y gracias al eco que han hecho los medios más frikis, nos llena de nostalgia recordar las horas que hemos pasado ahí luchando por completar los distintos niveles que había. Aunque la idea original del juego incluía la opción multijugador, el Super Mario 64 que conocemos ya planteaba un reto suficientemente grande. Sin embargo, gracias a usuarios muy hábiles con los mods (maneras de modificar un juego) se pueden encontrar versiones del juego con modo cooperativo.
Es comprensible que algunos desconozcan Super mario 64, pues fue un clásico dentro del conjunto Nintendo. Aquellos que estuvieron al lado de PlayStation tienen derecho a no conocerlo, aunque dicen que es mejor tarde que nunca. En este juegazo el argumento no difiere mucho de los demás títulos, aunque fue el primero de su tipo. Hasta ahora Mario rescataba a la princesa Peach de las garras de Bowser en sus oscuras mazmorras, mientras que en este título para la 64 la secuestra y la encierra en el propio castillo del fontanero, usando el poder de las estrellas que habitaban en el mismo. Con la promesa de un pastel de Peach, Mario cruza su enorme jardín y entra al castillo, dónde no encuentra a nadie más que a Toad, un amigo de ambos que le explica lo que ha sucedido.
El primer juego en 3D del fontanero cumple 20 añazos
A raíz de los sucesos ocurridos, tendremos que ayudar a Mario a rescatar las estrellas suficientes como para poder llegar hasta Bowser y tener de vuelta a su amada. Para ello usaremos los cuadros que hay colgados en distintas habitaciones, que son portales a otros mundos. La diversidad está asegurada: lava, nieve, islas flotantes, casas encantadas… Hay mucho por hacer, y aunque para desbloquear ciertos mundos hay que tener un mínimo de estrellas, no hay una línea estricta de orden. Teniendo disponibles los mundos del uno al cinco, podremos visitarlos y repetir misiones en el orden que queramos hasta obtener las que hacen falta para avanzar en la historia.
El estilo gráfico es propio de la época: sí. Se ven los bordes de los polígonos y no hay una opción de alta definición, aunque si hemos probado suficientes juegos sabremos que no se puede juzgar un libro por su tapa. ¡Pero también hay buenas noticias! Gracias al potencial desatado que tienen nuestros Smartphones, no hace falta tener una Nintendo 64 física para poder viciar a este clásico. En este artículo de emuladores se pueden encontrar los necesarios para dar vida a la mítica consola de Nintendo dentro de nuestro propio móbil.
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